Aminoácidos
Los aminoácidos son vitales para la construcción de proteínas. Aminoácidos y proteínas son componentes básicos de la vida.
La sostenibilidad es un requisito básico futuro en la producción de alimentos de origen animal. El sector porcino ya ha recorrido un largo camino en este sentido: la cantidad de pienso que se necesita ahora para alcanzar el peso de sacrificio es 22 kg inferior a la de hace sólo 10 años. Esto corresponde a 13 días de engorde y 11,6 kg equivalentes de CO2 relacionados con la alimentación por cerdo, y demuestra claramente el principio de que la productividad y la sostenibilidad van de la mano.
Esta evolución ha sido posible gracias a una selección efectiva y al suministro de aditivos alimentarios eficaces, como las enzimas, que aumentan considerablemente la disponibilidad de nutrientes de los piensos vegetales. Se necesita menos materia vegetal para satisfacer mayores demandas y, por tanto, se ahorran recursos naturales como el fósforo mineral.
En tiempos de escasez de recursos debido al constante crecimiento de la población mundial, la competencia entre alimentos, piensos y biocombustibles se convertirá en el centro del debate público en el futuro. Los cerdos ocupan actualmente el segundo lugar en la mayor competencia alimentaria con los humanos. Por lo tanto, es vital aumentar en el futuro la integración de los subproductos de alimentos o de los cultivos intermedios en la planificación de las raciones sin limitar el alto nivel de rendimiento actual de los animales. Las enzimas para piensos seguirán desempeñando un papel clave en el modelo de economía circular.
La planificación precisa de las raciones es importante debido a la limitada disponibilidad de materias primas y a la integración de piensos alternativos. La estrategia de reducción de la proteína bruta con el uso simultáneo de aminoácidos sintéticos ha demostrado su eficacia no sólo en términos de reducción de las emisiones de nitrógeno de la nave porcina. Al mismo tiempo, es un medio eficaz para reducir la diarrea posdestete. Así pues, esta estrategia aborda simultáneamente las cuestiones de la sostenibilidad, el bienestar animal y la reducción de antibióticos, pero también directamente al ganadero, ya que los animales sanos rinden mejor durante toda su vida y, al mismo tiempo, provocan una reducción de los costes veterinarios y de alimentación.
A pesar de las mejoras significativas en la eficiencia de los rebaños de cerdos, el espacio limitado o el espacio para moverse, las altas densidades de población junto con un alto rendimiento metabólico suponen riesgos para la salud de los animales. Las lesiones cutáneas provocadas por las peleas entre cerdos o el alojamiento intermitente-temporal de las cerdas en jaulas, así como las necrosis de los bordes de las orejas observadas con frecuencia en la práctica, constituyen puntos de entrada para agentes potencialmente patógenos. Las enfermedades respiratorias también son de gran relevancia práctica y significan -como cualquier desafío del sistema inmunitario- que el organismo animal "invierte" nutrientes en defensa en lugar de en crecimiento.
Los aditivos funcionales, como los botánicos, pueden ayudar a prevenir enfermedades y/o reforzar el sistema inmunitario. Sólo los animales sanos pueden explotar plenamente su potencial de rendimiento y formar parte de una cadena de valor productiva y sostenible.
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